Rosselló, el gran prócer....
Querido pueblo de Puerto Rico,
Ya es hora de hablar. Ha sido demasiado lo que hemos tolerado. Basta ya el silencio.
Hoy, quisiera hablarles de la gran persecución a la que hemos sido sometidos. Nosotros reclamamos que no se nos margine por nuestros ideales. Se siguen sumando las listas de mártires que han dado su vida por la gran causa.
El gobierno nos persigue. Nos tienen bajo carpeteo, a nosotros, los estadistas, los que luchamos día a día por ustedes, por nuestra tierra. No saben los sacrificios que hemos hecho. No saben todo lo que hemos tenido que tolerar. Y no saben cuántas lágrimas ha derramado El Mesías mientras se recuesta en su enorme sofá de lujo y ve las noticias en su gran televisor de plasma. No. De veras que no saben toda la sangre que ha sido derramada por la causa.
Pero llegó la hora que lo sepan.
Llegó el día histórico de nuestro Gran Grito. Nuestra Gran Revolución.
¡Coño despierta boricua! Oye boricua y vénme a buscar a Miramar!
Ahí estaremos, todos los estadistas, con el machete en la mano y el puño alzado para asegurar que nuestros próceres no hayan muerto en vano. E iremos cantando:
Vámonos, borinqueño, vámonos ya
Que nos espera ansiosa,
ansiosa la estadidad.
La estadidad.
La estadidad.
La estadidad.
Que nos espera ansiosa,
ansiosa la estadidad.
La estadidad.
La estadidad.
La estadidad.
¡Qué viva Puerto Rico dependiente!